Papá y mamá en Paris (#1): Reencuentro

Después de unas semanas de locura, y tensión con los deadlines llegó el día en que iba a volver a ver a mis padres en Paris. En particular, había que ir a buscarlos al aeropuerto Charles de Gaulle y con el miedo de que se perdiesen, de que no se pudiesen comunicar, que los deportasen por feos... no lo sé!

De todos modos, el trámite fue bastante sencillo mi tren llegó a las 15.30 al aeropuerto, y a las 15.50 los volví a cruzar. Se les notaba que tenían un cagazo bárbaro. De hecho, después de saludarlo mi papá me pidió que lo acompañase al baño jaja Sí, la historia se empieza a dar vuelta! Decí vos que no le tuve que bajar los lienzos... Así, iniciamos la partida hacia el hotel: tomar un tren y combinarlo con el metro; ya las primeras cosas de gran ciudad.

Al llegar al hotel, fue divertido porque había un hombre árabe que atendía pero que hablaba francés como él tenía ganas. Yo apenas le entendía, me imaginaba papá y mamá. Para colmo, se le ocurrió empezar a hablar inglés, sinceramente se entendía menos aún. Ya me imaginaba como se iban a comunicar.

Antes de despedirme, propuse ir a comer algo ahí cerca. Ellos estaban parando en la zona de la Bastille, una zona comercial y económica por naturaleza así que hay varios bares, varios negocios para comer y no tan caros. El primer día propuse ir a comer algo en un lugar más o menos cercano. Elegimos un negocio de unos tunecinos donde vendían minutas, cervezas y un par de cosas más. Papá y mamá estaban con un hambre voraz así que cero ganas de probar nuevas cosas: sale un entrecote. Ya la comunicación con los tipos fue graciosa, mi papá cuando quiere saber algo simplemente pregunta sin importarle que el tipo no le entiende nada.

De hecho, llegaron con la postura “ciudad turística, tienen que hablar mi idioma”: Falso! En Paris se puede hablar inglés o francés, pero como la mayoría de las personas que atienden los negocios son árabes, ya los tipos hablan árabe, el dialecto de su ciudad y francés (a su forma); así que no les podés pedir que aprendan otro idioma, es más, demasiado si hablan inglés. Obviamente, si vas a un hotel-restaurante de alta gama debe haber gente más calificada que lo hace; pero aquí estamos en turismo low cost.

Así terminaba el primer día de papá y mamá, siendo depositados en el hotel. Mi viaje continuaría por una hora y media más, porque tenína que ir hasta la casa de Nicolás Bordenabe donde me iba a alojar. Cuando llegué allá, estuvimos como 2 horas hablando con nico y Andrea y me hicieron unas pastas con una salsa carbonara hecha por nico. Bien ahí bordenabe! De comer criollitos con pepsi a esto, estamos a años luz mejor!

Día 2, empezamos el gran tour. Mi idea original había sido, empezar por la mañana en el Museo de Louvre y terminar por la tarde en la torre Eiffel habiendo hecho una caminata por todo el Sena entre ambos monumentos.

Mamá y papá en el Museo de Louvre

Comenzamos por el museo de Louvre, haciendo la visita característica que todos hacen, intentando ver un poco de todo que se convierte en una cosa muy difícil de seguir: voy a evitar los detalles pero más o menos fue lo mismo que cuando yo fui.

Salimos del museo, y decidimos hacer un pic-nic pero antes había que caminar hasta la torre Eiffel, el pequeño problema era que  comer a las 4 de la tarde se hace un tanto complicado, caminamos, caminamos caminamos y encontramos un supermercado (ya el pa, estaba destruido completamente). Compramos para hacer unos sandwichitos y comimos en los campos de marte al frente de la torre Eiffel. Mi plan había sido que se la encuentren de sorpresa y por lo menos dijesen Guau... PEro bueno, no funcionó creo que el cansancio y el hambre que tenían no los dejó disfrutar.

Mamá y papá en la torre Eiffel

Luego de comer, subimos a la torre, por las escaleras, me parecía una huevada esperar el ascensor... Pero bueno, me olvidé del pequeño detalle que el  pedrito ya no está para las grandes ligas así que llegó hasta arriba y se quería morir jaja. Bueno, que le vamos a hacer. Ya arriba miramos los paisajes de la ciudad, era un día fresco pero agradable para caminar. Me puse el overall de guía y les comenté todas las cosas que había alrededor y traduje los carteles de por ahí.

El primer día venía de terminar...