La mañana siguiente, tras levantarnos empezamos el viaje hacia Lucerna, con el objetivo de visitar un poco la ciudad, y luego atravesar el famoso puente que atraviesa los alpes Suizos para entrar en Italia y comenzar el Tour por las capitales de la antigua Italia... Pero no nos adelantemos...
El viaje empezó tranquilo tomando las autorutas y usando la viñeta que había sido arrancada del auto de Melodie, al principio tenía un poco de miedo porque se notaba que la había arrancado. Pero la noche anterior, Paola me había dicho que todo el mundo que tiene más de un auto hace eso y las van pasando de un auto al otro y nadie les dice nada... Así que mortal.
Ya en la ruta, nos topamos con los hermosos paisajes Suizos; por mucho tiempo, había sido anti-suiza por sus políticas y amor por el dinero en ultranza, pero este viaje me hizo cambiar un poco la cabeza y darle una oportunidad. Sinceramente los paisajes que se ven en las montañas son preciosas y todo ordenadito, prolijo.
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| Con el pedrito en Lucerna |
Así, llegamos a Lucerna. Como toda nueva ciudad, al principio uno se desorienta bastante (más yo, que tenía que hacer cara que tenía perfectamente claro donde estábamos para que mis viejos no se preocupasen y decía... si, si hay que ir por acá). Dejamos el auto y hicimos una parada en la oficina de Turismo después de atravesar el Schwizerhofquai. Ahí me dieron un par de mapas de la ciudad, con circuitos turisticos organizados.
