martes, 8 de enero de 2013

Roma: Natale, Tarlo y un tour un poco improvizado.

Llegamos a nuestro último día de paseo juntos, el 13 de octubre. Este día dormimos hasta un poco más tarde y nos encontramos con Natale para comer, había hecho una reservación en una Trattoria. Llovía a cantaros y nos encontramos en una parada de subte.

Ahí mis papas tuvieron la oportunidad de conocer al gran Natale, pero estaba con compañía con Tarlo. Un chico que me alojó y nos acompañó a la fiesta del vino en Pallagorio el año pasado.

comiendo en una Trattoria con Natale, Tarlo y mi familia
Después de varios días sentí alivio porque ya no todo dependía de mi, y me relajé y disfruté de seguir sin rumbo certero a estos dos sujetos. Llegamos a la Trattoria, y viene a ser un restaurante pero no chic y para todo el mundo. Normalmente, tienen una pequeña entrada y están ubicados en un subsuelo, donde se puede pedir botellas de agua para tomar y jarras de vino para tomar, con una buena pasta. Lo bueno es que uno come por 10-12 euros el menú típico italiano con dos platos.


Durante la comida, fue gracioso porque el pa y la ma se quedaron callados mientras hablaba con Natale y Tarlo en inglés. Cada tanto, haciendo de traductor para poder comunicar a ambos lados. La comida estuvo muy buena y por el mismo precio que veníamos comiendo todos los días, comimos dos platos y tomamos vino.

Con Tarlo y Natale
Luego llegó el momento de seguir a Tarlo, que vive en Roma hace unos seis meses. Empezamos a seguirlo, y me empezó a dar la impresión de que estábamos girando en círculos, pero como no era el guía no me preocupé y de hecho me reía porque nos guiaban pero no tenían la más puta idea a donde íbamos. Al final, Natale llamó a su novia que le sugirió un camino para hacer. Así que fuimos por ese lado.

Pasamos por varias instituciones como el tribunal de justicia y el parlamento. Además de unas cuantas más, que ya no recuerdo. En el interín, nos cruzamos a unos locos que estaban manifestando por los recortes y tirando un par de bombas: eran máximo 20 gatos locos, y había más policías que gente. Ahí Natale, nos puso un poco al tanto de la situación de que el tecnócrata Monti había sido implantado en el gobierno para llevar a cabo un par de reformas y nadie lo había elegido. Al mismo tiempo, contandonos las penurias que tienen que pasar ellos como trabajadores viviendo en ciudades importantes como Milán: donde ganan 1200 euros y tienen que pagar alquileres de 800 euros en lugares super pequeños. Además que existe siempre la posibilidad de que te echen y que tomen a otro por menos dinero.



Así seguimos paseando y mojandonos un poco. Como siempre con Natale, hay que hacer pausas para tomar café y me hicieron probar una cosa que solamente toman los romanos. Es una especie de café, que no puedo saber el nombre. Además, el lugar al que fuimos estaba desbordado de gente a los gritos y que tomaban un café en un minuto y medio y después salían.

Pantheon con Natale
Para darle un toque cultural a la visita, Natale dijo que estábamos obligados a ver el Panteón. Donde está ubicada la tumba de los reyes de la república. El templo es un templo con características de templo griego construido en el año 126 durante el gobierno del emperador Adriano. Una de sus características más importantes es que es uno de los templos mejores conservados de la época romana. Sinceramente, llama la atención y es precioso. En el centro es muy loco porque tiene una bóveda circula que parece que falta algo y cuando llueve obviamente entra todo el agua que cae en el centro del panteón.

En Roma, Plaza Novona
De ahí, decidimos pasar por la Plaza Navona. Donde se encuentran tres fuentes que son obras maestras: La Fuente de Neptuno, la fuente de los Cuatro ríos y la fuente de "Maure". Ahí Natale ya remarcó que mis viejos se estaban muriendo así que decidimos finalizar el tour tomando un heladito. El tema es que Natale quería ir a una heladería en particular, que ahí yo ya me perdí pero después era idea de Tarlo. Así que finalmente, después de caminar un largo trecho llegamos a la heladería y comimos el RICO helado italiano, muy similar al nuestro (argentino).

En Roma
Después del helado caminamos unas pocas cuadras hasta llegar a Plaza España, donde despedí a Natale y Tarlo y les agradecimos mucho por esta guía y un día pasado a la italiana. Mucho más tranquilo, y disfrutando de la cultura y con el beneficio de conocer a un local que te puede mostrar la diferencia entre típico y robo a turistas. Un grande Natale!

Mi papá me dijo que estaba contento, que se notaba que yo ya estaba un tanto harto hasta que apareció Natale y me cambió la cara. Se notó que me relajé, pude disfrutar junto con ellos. Esa noche tomamos nuevamente el tranvía para volver a nuestro querido hotel en la concha de la lora.

2 comentarios:

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  2. La Verdad que Natale y su amigo fueron muy atentos y agradables con nosotros. Nos sentimos muy bien y al mismo tiempo conocimos lugares típicos de Roma. No está de más decir que vos te portaste de diez, nunca imaginè que ibas a tener tanta paciencia aguantándonos todos esos días por Europa y haciéndonos pasar unas vacaciones maravillosas.

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