Italia: Roma, Coliseo y Foro Romano: primeras impresiones

Por la mañana "temprano" (tipo 10) salimos para Roma, el trajecto fue relativamente corto: 4 horitas. Con una pequeña pausa en una estación de servicio para tomar un cafecito. El pa no pedía el café italiano sino que se pedía un americano, porque sino era muy amargo y si le daban un italiano comía azucar con granos de café.

Papá y mamá en el Coliseo

Así llegamos a Roma, a diferencia de las otras ciudades entramos por enormes autopistas y miles y miles de anillos que te distribuyen perfecto en la ciudad. Estabamos parando dentro del anillo de la circunvalación pero aún así super lejos. Después de instalarnos y comer unos snacks en un lugar horrible, salimos para el centro. Teníamos que tomar un tranvía, el cual para tomar el carril que nos correspondía teníamos que atravesar las vías :S y antes, teníamos que bordear 4 calles horribles sin iluminación, y sin veredas o sino hechas mierda. La estación que teníamos que tomarnos no existía así que le pregunté a una mujer donde era o como hacíamos para ir hacia la estación  de tren central como una constante italiana, te entienden pero te responden en italiano. Que obviamente no entiendo un pedo pero como hablan tanto con las manos todo se simplifica.

Los objetivos para ese día eran ver algo de la Gran Roma, retirar unos pases que había comprado y volver para casa. Los pases son los Roma Pass que básicamente te permiten utilizar el transporte público por 3 días, entrar a dos atracciones sin hacer la cola. Parecía interesante, así que le dimos para adelante.


Llegamos a Rome Termini y nos encontramos con un mundo de gente yendo y viniendo por otros lados, aumentaba el stress para no perder a papá y mamá!!! Después que nos quisieran atropellar un par de veces, cruzamos toda la terminal y llegamos a la Plaza de la República, aunque antes hicimos una pequeña parada en Santa Maria degli Angeli Martyrs. Una iglesia que parecía medio vieja, sin nada de importante pero por dentro totalmente imponente. Enorme, colosal, super arquitectura, marmol y ostentación por doquier.

Coliseo!

Paseamos un poco por los alrededores y caminando hacia Santa Maria Maggiore. Donde quisimos tomar un café para descansar un poco, pero aprendimos una de las reglas de oro en Italia. Si no hay nadie sentado es que es carísimo el lugar, así que forcé al pa y la ma a levantarse y buscar otro lugar.

Finalmente volvimos a Termini, donde conseguimos algo para comer por la noche y comimos en el Hotel. El primer día recién terminaba.

El pa en el foro Romano

El segundo día empezó con el gran objetivo de ver el Coliseo y el Foro Romano, ya que teníamos el pase y según lo que estaba indicado uno tenía acceso a los dos utilizandolo como uno solo. Así que ahí fuimos, empezamos por el Coliseo y el pa y la ma estaban asombrados por la majestuosidad, la cantidad de gente y lo mal cuidado que está. Te dan unas audioguías que es muy difícil de seguir, porque los mapas no están bien armadas, entonces te dicen que te ubiques en un lugar y cuesta imaginarse a lo que se refieren en el audio. De todos modos, lo disffrutamos bastante, salimos y fuimos hacia el Foro Romano.

Plaza España - El juego del día, encontrar al pa!

En el Foro Romano, después de 2 horas y algo de visita al Coliseo, nos pareció un poco complicado tomar las audioguías porque ya estabamos un poco cansados, era un día soleado que golpeaba duro. Comenzamos viendo un par de templos y la organización de la villa romana, pero fue difícil y te digo que imposible seguirlo. De hecho, no tengo muchas memorias grabadas. Además que nuevamente el problema del idioma, no hay indicaciones en muchos idiomas; aunque aquí dejo la culpa a nosotros por no haber sacado las audioguías.

Siguiendo la Via del Foro Imperial, con el pa a punto de morirse por todo lo que había caminado, paramos a comer algo en un lugar de mierda, habiendo pasado antes por el Palacio Vittoriano. Que es una de las cosas más imponentes que he visto en Roma. Con la guardia imperial y todos los chiches. Mientras comimos, me encabroné bastante porque había un par de pelotudos que estacionaban sus motos al costado, así que rompían los huevos cada treinta segundos.

Así se nos hizo tarde pasamos por la plaza España (muy rápidamente) y volvimos para el hotel. Habíamos terminado los primeros dos días en Roma, el objetivo del día siguiente sería conocer el Estado Vaticano, la capilla Sixtina y el museo.