viernes, 11 de enero de 2013

Roma - Nancy: el regreso con Carla!

Esa mañana el euro tour había llegado a su final. Tras comer el desayuno del hotel, llevé al pa y la ma al aeropuerto de Roma para tomarse un vuelo hacia Madrid donde tenían que esperar un día para su vuelo internacional y su regreso (quizás tan esperado para ellos) a Argentina.

En este tiempo me había puesto en contacto con una chica de Argentina que estaba viajando por Europa: Carla. Carla es una compañera de la escuela que siempre se caracterizó por su amor al hippismo y al momento de escribir esto, estaba viviendo en México entre Punta Cana y Playa del Carmen. En ese momento justo estaba haciendo un viaje por Europa a bajo presupuesto, y visitando a amigos que había hecho en su estadía en Italia y su objetivo era aprovechar que yo iba a Francia para sumarse y luego continuar su viaje hacia Bélgica y volver vía Madrid.


Bueno, volvamos al punto. Estaba yo en el aeropuerto despidiendo a mis padres, como todo en Italia es un quilombo y busqué estacionarme bien cerca del lugar de partida pero no pude, así que tuve que empezar a dar vueltas y terminé en un lugar perdido en el medio de la nada. Pero decía estacionamiento del aeropuerto, nos tuvimos que tomar un pequeño colectivo interno, después de haber entrado a la aduana y que nos digan que carajo hacíamos ahí, y llegamos al sector de embarque.

Ahí acompañé un rato al pa y la ma, y los despedí, me dio la sensación de que tenían un poco de alivio de volver y que este infierno de viaje, turbulento y cansador. Donde su pequeño hijo los había llevado de la mano, los había hecho cagarse de hambre, caminar hasta el hartazgo y finalmente los dejaba en un aeropuerto donde no entendían un pedo jaja. Me dio mucha alegría que estuviesen acá e hice lo mejor para mostrarles todo de la mejor manera, espero haberlo logrado.

Finalmente, tomé la autopista y volví al hotel donde me iba a reunir con Carla a las 9, y no había llegado. Pero después me dijo que estaría como a las 12. Tenía todavía que manejar por más de 12 horas en la ruta y esta no daba señales de vida. Al final, tipo 2 de la tarde nos encontramos en una horrible parada de los suburbios de Roma. Yo habiendo esperado 2 horas como un gil al rayo del sol y sin siquiera saber si venía.

Finalmente llegó y mi enojo duro 45 segundos. Ella no venía sola, venía con un loco cordobés que había conocido en México. Que casualidad! Empezamos a hablar un rato largo y emprendimos el viaje y la salida de Roma siguiendo el GPS y escuchando sus historias.

El chico este, Damián, era un loco que hacía malabares alrededor del mundo. El había partido originariamente a hacer un viaje por américa del sur, ya había llegado a Roma e iba en su camino hacia el norte para luego regresar en 15 días a Córdoba. Una vida totalmente opuesta a la mía, pero muy divertido de escuchar. El loco trabajaba también en la murga de Belgrano, y era uno de los fundadores; me contaba que se juntaba en distintas partes del mundo con gente de Belgrano que andaba dando vueltas y llevaba su bandera a todos lados. Hubo en 2012 un amistoso entre Argentina y Alemania, había una bandera de Belgrano que pasó por Facebook; bueno, resula que era de él!!!!

Terminamos haciendo el desvío para Bologna, de alrededor de 80km de trayecto pero bueno... Hay una pequeña anécdota para recordar de los valores del loco este, me preguntó cuando salía el viaje para llevarlo y yo le dije que estimaba que 20 euros; pero como él, había planificado gastar 30 en el tren, me dio 25 y no me dejó devolverle los 5. Aún cuando el tipo, no tiene un trabajo fijo ni nada.

Seguimos el viaje esta vez dos. Y entre varias historias y el modus operandi de Carla el viaje siguió. Cruzamos todo Milán, con una de las autopistas más transitadas que vi en mi vida. Increíble como vas a 130km/h y sentís que la gente no se mueve. Después empezamos a tomar los hermosos caminos de la ida, pero esta vez con todo de noche, lluvia y ya rastros de nieve en Suiza.

A todo esto, ya iban cerca de 9 horas de manejo y había quedado con un tipo francés que lo pasaba a buscar a las 10 de la noche. Como Carla se había retrasado y suelo no manejar a la máxima velocidad, eran las 10 de la noche y estabamos recién cruzando Suiza. Después de 9 horas es muy difícil mantener la concentración y en suiza varían las velocidades así que entre a un tunel a 100 donde la máxima era 80km/h y vi un flash! La puta madre! La multa todavía no llegó, 3 meses después pero la espero... Ni idea cuanto saldrá la jodita. Una de las cosas que valoro bastante es que se incentiva a la gente que no maneje más de 2 horas por día, poniendo miles de carteles y radares por todos lados; lo cual te obliga a estar atento y por lo general, como en Argentina nadie te controla vos le das... Pero es una locura, hay un punto a ver con respecto a eso. Uno dirá que hijos de puta te meten un cartel que no se ve adentro de un tunel y vos te lo comés y zas, pero no es así... Yo venía manejando hace 9 horas y mi concentración ya había bajado.

Al final, atravesamos Suiza y ya estábamos en territorio Francés. Yo totalmente fusilado, y subi a un tipo de covoiturage. Un servicio en el que gente que hace el mismo trajecto que vos se suma al viaje y te deja un poco de guita. El tipo se subió y propuso charla por las dos horas que faltaban, así que se hizo amena la cosa pero yo ya no podía más!!!

Finalmente después de 4 horas, a las 3 de la  mañana estábamos en Nancy. Vuelvo a insistir con esto, porque es una locura lo que hice 14 horas de ruta, parando dos veces y después de muchas emociones como abandonar a mis papás en un aeropuerto es una locura. Pero bueno, felizmente no pasó nada pero es algo para ver a futuro. Y otra cosa para remarcar, Carla intentando hablar francés a las 2 de la mañana, después de años y años sin usarlo. Una masa!

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