Holanda - Parte #5: Delft

Luego de pasar toda una tarde con Nicole en Rotterdam, Manuel Tata Torres me esperaba en Delft. Como era de esperarse, me hizo esperar en la estación de tren jaja te estoy jodiendo loco jaja! A ver si el hijo de puta lee lo que escribo sobre él. Estuvo muy gracioso, el momento en que nos vimos por primera vez porque yo estaba leyendo en un banco y siento que alguien me patea el pie y me dice... “Qué hacés culiadazo!”.

Apenas llegué, ya empezamos con las cosas graciosas... Ahora que el tipo puede utilizar la bicicleta, todo el día encima y me quería llevar en bici... Así que ahí me subí, ya cagandonos de risa. Llegamos a su casa, que vive junto con una mexicana, dos españoles y una francesa. Su casa es bastante amplia, tiene patio, un living enorme, 2 baños... La verdad que el tipo no está nada mal instalado.

Taxis sudamericanos en Delft

De ahí, nos fuimos al centro de Delft a tomar una cervecita, obviamente en bici. El centro es super pintoresco, con dos iglesias dentro del pueblo: una nueva y una vieja; la municipalidad, una plaza y un par de canalcitos que atraviesan la ciudad. Ya en el bar, charlamos un rato con un par de sus amigos mexicanos, tata se mueve con una comunidad mayormente latina: mexicanos y españoles a la orden del día.

Esa noche salimos a Rotterdam, donde fuimos a un pequeño barcito para festejar el cumpleaños de una de las amigas de tata. En teoría, Nicole se iba a dar una vuelta pero parece que se dio un palo con la bicicleta, y terminó en el hospital así que la pobre... al parecer 10 días después, ya está bien :)

Al día siguiente recorrimos la ciudad, y probé unos sandwiches de pescado; luego recorrimos la ciudad,

Nueva Iglesia en la plaza central de Delft

La ciudad es muy pequeña tiene una universidad, una plaza central, muchos pequeños barcitos y un par (no estoy seguro del número) de canales que la atraviesan; una nueva iglesia y una vieja, las dos tienen más de 500 años; una municipalidad y muchas bicicletas.

Uno de los canales que atraviesa Delft

Mis últimos dos días, la verdad que fui un estorbo para el pobre tata y lo acompañé en sus juntadas, la verdad que ya estaba cansado de tanto andar solo por ahí dando vueltas. El domingo hicimos un asadito para sus amigos que salió bastante bueno.

Tata en la feria de los domingos de Delft

Para la vuelta, como siempre fue un tanto caótico... Ya que como el colectivo de ida había pasado por Rotterdam, supuse que a la vuelta iba a pasar por ahí; pero no tuve en cuenta el pequeño detalle, que el colectivo para en la ciudad si hay gente para que se suba. Así que cuando llegué a Rotterdam, llamé a mi amiga Nicole para juntarnos a desayunar y cuando le conté que esperaba el colectivo me dijo... Pero no estás seguro, pero no estás seguro! Con lo que me empecé a asustar, así que a los 3 minutos estaba arriba de un tren hacia Amsterdam, y con el miedo de no llegar. Pero en un momento de lucidez y iluminación divina, me bajé en la estación justa donde estaba la terminal de colectivos, así que de estar retrasado pasé a tener 10 minutos de avance... Con lo que pude tomar el colectivo!! 12 horas y media después estaba en casa :)