martes, 3 de abril de 2012

Holanda - Parte #4: Rotterdam


Mis experiencias en Europa hasta ahora, se habían basado en que siempre encontraba lo bello de las ciudades en las partes antiguas y por lo general, las partes nuevas no me llamaban la atención, o simplemente pensaba que había visto mejores cosas en mi vida. Es en Rotterdam, donde todo eso cambia!

Rotterdam es la capital de la arquitectura, el puerto más grande todo Europa y el segundo más grande luego del de Shangai. Una ciudad que fue totalmente devastada en la segunda guerra mundial y que las reconstrucciones y adaptaciones de la ciudad la llevaron a convertirse en la capital económica de los Países Bajos.

A la ciudad arrivé al mediodía, habiendo tomado mi tren desde Amsterdam y fue allá donde me iba a encontrar con mi amiga virtual, Nicole. Hace como 10 años, hablamos por primera vez y restamos en contacto desde entonces, siempre hablando por internet sobre la vida de cada uno.

Ella es rumana ,y ahora también holandesa, vive hace doce años en Holanda y ha pasado los últimos 5 años en Rotterdam haciendo sus estudios universitarios. Es pequeñita de estatura, pero sumamente desenvuelta y divertida, me sentí bastante limitado al notar la ductilidad y la flexibilidad que tenía para manejar el inglés; experience makes the difference!

Nicole


El reencuentro fue muy gracioso, ya que en esos casos yo no sé bien que hacer... Sé que haría en Argentina, pero en estos países donde la gente suele ser muy fría no sabía bien si tenía que darle un beso , o darle la mano o simplemente sonreir y decir hola... Pero fue bastante más sencillo, porque ella me vio primero y me dio un beso y un abrazo, al mejor estilo argentino.

Ahí comenzamos a charlar sobre los planes para el día, fuimos a dejar mi equipaje en la casa de ella y comenzamos a caminar por la ciudad. Empezamos por el sector central, donde se encuentra un simil a una escuela secundaria, un parque, el hospital Erasmus y una torre donde se puede ver una visión panóramica de toda la ciudad y ver absolutamente todo, especialmente el puente Erasmus símbolo de la ciudad.


Luego, seguimos paseando por el parque anteriormente nombrado mientras charlábamos sobre las distintas experiencias de cada uno de nosotros en sus países, o en los países de residencia.

Más tarde, bordeamos el canal principal del puerto y tomamos fotos de las principales atracciones de Amsterdam. Sin dejar de lado que mientras tanto, ella me contaba varias de las tradiciones de los holandeses.

Vista de Rotterdam
Una de ellas, la particularidad de que se ven varias ventanas con las cortinas abiertas, la gente muestra lo que hay dentro de la casa; sin importarles, que los demás miren (por ejemplo, Nicole). Al parecer, esta tradición viene de la antigüedad cuando los marineros partían a alta mar y dejaban a sus mujeres en tierra, la manera de probar que nunca estaban con otros hombres era dejando todo abierto.

Siguiendo el tour, fuimos a NAi. El Museo Nacional de Arquitectura (tengo que poner el nombre en holandés para que las siglas tengan algún sentido). Allí pudimos ver miles de diferentes obras que se pueden encontrar en el país, miles de pequeñas maquetas como las que hacía Javier en casa, y varias cosas super modernas. Una de las más divertidas era una colección de maquetas, que tenías que asomarte por unos huequitos que había en la pared, para observarlas.



También había una colección de fotos, bastante superflua con imágenes de distintas tiendas y objetos que se pueden encontrar en las distintas calles de una ciudad (basureros, lugares para colocar las bicis, lugares para la basura, asientos, etc...). La mayoría de las fotos representaban las típicas tiendas holandesas. Creo que esto marcó a Nicole, cada vez que veía un tacho de basura se acordaba de la exposición jeje.

Terminamos nuestro tour yendo a buscar mis cosas, y yendo al viejo puerto de Rotterdam poblado con bares, y pequeños barcitos pintorescos. Es increible que sea el viejo puerto, de un monstruo tan enorme como el que es ahora.



Arribamos a la estación de trenes, y la saludé rápidamente porque mi tren acababa de salir. Realmente, me dio pena mi friedad, ella había sido muy piola conmigo pero bueno... Sino, el pobre tata me hubiese tenido que esperar en Delft. Al parecer a la noche íbamos a regresar a Rotterdam.


1 comentario:

  1. Cèsar: estupenda la descripción de los lugares, la producción fotográfica y de videítos. Es preciosa Rotterdan, muy bella. Ma.

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