lunes, 26 de agosto de 2013

Viena: que ciudad limpia! reencuentro con Johana

La salida de Praga fue divertida sin mapas, sin nada. Nos despertamos con el negro, le prometí que compraríamos algo en el camino (cosa que no hicimos) y fuimos a buscar a Pablo y Laura, que habían dejado el auto en su hotel.

Así emprendimos el viaje hacia Viena, no hubo mayores sobresaltos en el camino o al menos no tengo muchos recuerdos salvo el calor infernal que hacía adentro del auto, y el termómetro que no bajaba de 35 grados.

Catedral de Viena


Una vez que llegamos a Viena, dejamos a Pablo en su hotel arreglamos pasar a buscarlo en un par de horas en la recepción del hotel y fui a buscar a Johana.

Johana, es una chica alemana que hizo un erasmus en Nancy. Durante su estadía de cerca de un año nos hicimos muy amigos y compartimos varias aventuras en las noches de Nancy. Que alegría volver a verla!! Que bueno!! Nos dejó la pieza de una de sus compañeras de cuarto y nos acompañó un rato en nuestra visita.

Biblioteca con Iluminación nocturna
Nos preguntó si queríamos visitar algo en particular o si queríamos hacer algo en particular, y con el negro lo único que queríamos era estar echados un rato así que nos ofreció (creo que todavía no habíamos comido nada). Así fuimos a uno de los principales destinos turísticos de Austria, el palacio de Schonbrunn. Nos llevó a un lugarcito muy tranquilo, donde nos sentamos en el pasto a observar la vista hacia Austria que no duró mucho tiempo porque un guardia vino a corrernos. Al parecer no se podía sentarse en el pasto, y eso que estaba tan lindo con la vista hacia la ciudad... buuh!

Como habíamos quedado con Pablo, lo pasamos a buscar pero no lo encontramos le dejó dicho al conserje del hotel donde teníamos que pasar a buscarlo y a que hora. Bue.... Así que nos encontramos a las 9, en la Catedral.

La única foto que pudimos tomar con Johana, nos colgamos un poco...
Esa noche fuimos a un sector donde los estudiantes se juntan -Museumquartier- un lugar ideal para comer con ambiente juvenil, y buenos precios. Así que aproveché para probar el Schnitzel, un plato típico que consiste en ser una milanesa con una mermelada (si, con una mermelada para ponerle encima). Fue una pena que ni Pablo ni Laura hicieron el esfuerzo para comunicarse con Johana, y se la pasaron hablando en español...

La fachada del Palacio
A la mañana siguiente fuimos a visitar el palacio de Schömbrum. Este palacio del siglo XVIII  es parte del patrimonio cultural de la UNESCO. Aparentemente tiene 1441 habitaciones y 41 están abiertas al público, pero nosotros no las visitamos.

Por orden de aparición: Laura, Pablo, YOnhy y el negro en la fuetne de Neptuno
Atravezamos los kilómetricos parques, y decidimos no entrar al Zoológico. Sí, tiene un zoológico también el palacio.

Una vez más, la fuente de Neptuno
Luego, seguimos el paseo para el centro de la ciudad. La ciudad es muy limpia, toda reconstruida tras la segunda guerra mundial. Al parecer, hicieron el esfuerzo de que quede igual. Sorprende la prolijidad, limpieza y belleza. De noche todos los monumentos están perfectamente iluminados. viena es además conocida por liderar los rankings de calidad de vida... Habría que irse a vivir un tiempo para probarlo, no?

Esa noche Johana, había organizado un picnic en el techo de su casa. Al parecer, el clima de Viena es bastante parecido al que me tiene acostumbrado Europa. Bastante lluvioso, y por lo general frío y a veces ventoso. Así, que aprovechamos uno de los pocos días despejados para hacer un picnic en el techo.

Opera de Viena
Johana había invitado a dos amigas alemanas. En Austria cuesta un poco menos estudiar, así que muchos alemanes vienen a hacer sus estudios. Una de las preguntas que les hice a las chicas es si la gente era parecida a los alemanes, pero según ellos más o menos y ellas me comentaron que la mayoría del tiempo se la pasaban con alemanes y no tenían muchos amigos Austríacos.

Biblioteca de Viena. Acá Johana, venía a estudiar porque las sillas son más cómodas jeje. Me dio gracia eso. Además me contaba que las sillas están tan buenas que todo el mundo viene a hacer lo mismo.
Nos la pasamos charlando hasta altas horas de la noche, las chicas fueron muy simpáticas y como siempre que hay alemanes, para sacarse el sombrero se pusieron a hablar todo el día en inglés (o casi, pero super). Creo que ya lo he remarcado antes, pero te da gusto como a pesar que hay uno sólo o en este caso dos que no hablen su idioma hacen el esfuerzo de comunicarse en otro.

Parlamento Austríaco
A la mañana siguiente, despedimos a Johana y le agradecimos por todo. Espero volverla a ver ahora que va a estudiar en Bordeaux.

1 comentario:

  1. Divinas las fotos. Creo que no probaría el plato típico, esas cosas raras a nuestra cultura no me atraen.
    Ingeniosa tu amiga: "picnic en la terraza"

    ResponderEliminar