Grecia: Atenas: una visita a la antigüedad (#1)

Para la semana de pascua de 2013, decidimos con Nadège de hacer una visita a la Hélade. Con un par de meses de anticipación, compramos unos pasajes a Atenas por cerca de 200 euros. El problema era que saliamos a las 6 de la mañana de Paris, así que tuvimos que pasar la noche en la ciudad y despertarnos aproximadamente a las 3 de la mañana para llegar al aeropuerto en tiempo. Gracias a Audric por alojarnos esa noche y la cena de la noche anterior. Llegamos al aeropuerto, semi muertos y tomamos el vuelo hacia Atenas en el cual me dormí todo.

La Acrópolis

Llegamos a Grecia, con una ligera lluvia pero una temperatura mucho más alegre habíamos pasado de los fríos 2º que hacía en Paris a los impresionantes 15º con lluvia de Atenas. Tomamos un metro y nos dirigimos a la ciudad. Yo todavía estaba medio dormido, así que Nadège se encargó de todo. Finalmente llegamos a la estación del hotel en donde nos íbamos a quedar, previamente habiendonos equivocado de dirección de metro.

Cuando llegamos al hotel, el sol brillaba y estaba impresionante el día así que acostumbrado al "Uh, hay sol hay que aprovecharlo al máximo". Salimos hacia la Acrópolis, y compramos un ticket para tener el metro libre por una semana.

Al llegar a la Acrópolis, el sol quemaba. La acrópolis es la ciudad alta de Grecia donde están todos los templos hacia las divinidades griegas de la antiguedad: Atenas, Artemisa, el Panteón, Erecteión entre otros. La acrópolis y los griegos son el símbolo del nacimiento de la cultura Occidental. Fueron invadidos varias veces y la acrópolis no está en su mejor estado: romanos, bárbaros, turcos, venecianos pasaron por ahí intentando darle su toque personal o simplemente saqueando todo.

Empezamos viendo el teatro de Dionisio, el dios del Vino... Un grande! El primer caravanero de la historia... Ahí, hay un teatro con butacas y en piedra al estilo anfiteatro que es tan difícil de explicar, pero bue.. todo el mundo sabe lo que es.

Nadège en el Teatro de Dionisos

Una vez visto el teatro de Dionisio, hay otro teatro donde se realizan espectáculos musicales y está completamente renovado.

Se suben una pequeña colina y se llega al principal lugar de culto de la antigüedad, a 156 metros del nivel del mar (que dato al pedo, pero lo quería poner). La acrópolis tiene en su entrada principal un pequeño templo dedicado a Atenas.

La Acrópolis

Luego, se continúa la marcha y se puede ver unos de los monumentos mejor conservados de la acrópolis: el Partenón. La cagada fue que justo, estaba en refacciones la parte principal así que vimos muchos andamios y un par de columnas con las que tanto nos secaron la cabeza durante años y años en la escuela.

El Partenón

El Erecteión y sus columnas - Estas son copias las originales están en el British Museum (como todo, quizás)

Para el almuerzo, empezamos a caminar por un lugar que se llama Monasteriki (pequeño monasterio), uno empieza la caminata hacia un mercado que luego explicare mas en detalle. Ahí, todo el mundo te quiere vender todo, no tan agresivos como pensaba pero un tanto secantes al menos. Siempre fomentados por la cara pálida que teníamos los dos... Paramos en un restaurante, donde pedimos una entrada con hojas de viña y arroz adentro (muy bueno si lo pueden conseguir) y una cosa que se llama Gyros que es una especie de Kebab pero en un plato con papas fritas, tomates (como todas las cosas griegas), cebolla y pan como la masa del kebab.

Seguimos nuestro paseo recorriendo los distintos barrios hasta que se hizo de noche, caminamos por donde nos había sugerido una chica que está haciendo una pasantía en INRIA, que en realidad nos equivocamos y nos metimos en la calle más turística que puede existir: todos los lugares vendían kebab, kebab, kebab o suvlaki como le llaman ellos... Encontramos un lugar que vendía otras cosas, y pedimos unas rabas y nadege un estilo de lasaña que es típica de Grecia que tiene espaguettis en la parte de abajo y una tonelada de salsa blanca... Que obviamente dejo la mitad :P Nos sentimos sumamente decepcionados con la comida griega, pero al final nos dimos cuenta que le habíamos pifeado de calle y no era esa. Pero bueno, para sacarse el mal gusto nos tomamos un helado de yogur que parece que está bien de moda en Grecia. Los hijos de puta te meten yogur hasta en el culo! (Esto es un chiste, no lo tomen literal!)

Así terminaba el primer día en Atenas!