martes, 28 de junio de 2011

París: El museo de Louvre y la Torre Eiffel

Hace 2 fines de semana, hubo un fin de semana largo desde el 2 hasta el domingo 5 de junio, así que aprovechamos esta oportunidad para ir a París. Justo Matías había conseguido un amigo que nos ofrecía un departamento para quedarnos, así que nos fuimos para allá...




El segundo día que estuvimos, decidimos ir a visitar el museo de Louvre por la mañana, tomamos el metro y nos fuimos directo para allá... Cuando salimos a la superficie, empezamos a caminar hacia la dirección del museo... En un momento, yo dije Wow! Qué es eso? Es enorme! Era una de las entradas al lugar... Nos metimos adentro, y comenzamos a admirar esta maravilla de construcción, rodeado por doquier de estatuas, lleno de simbologías y al parecer con 3 pisos.




Miramos la cola para entrar y era inmensa, por suerte se pasó rápido y ya estabamos en el segundo subsuelo del lugar... Sí, en realidad eran 5 pisos.

La visita al museo es increíblemente larga, tiene absolutamente todo lo que se pueda ocurrir... Egipcios, etruscos, romanos, edad media, renacimiento, barroco... De todo realmente. Te vas quedando de cara, sorprendido... Salvo con las estatuas principales como: la Gioconda, la Venus de Milo que las esperas con un ansia bárbara y cuando estás al ffrente hay 700 orientales sacandoles fotos y vos decís... Es solamente eso? Bueno, si seré un bruto con respecto al arte... Pero hubo muchos otros cuadros u obras de arte que me llamaron más la atención.




Supongo que tenés que venir por 15 días seguidos, durante una hora cada día para poder aprovechar todo y llevarte algo. Además, dentro del museo todo está en Francés así que se complica bastante para ir leyendo todo. Nosotros estuvimos 3 horas y media y tuvimos que hacer varias paradas técnicas para poder más o menos recuperarnos un poco, e intentar seguir admirando.




Luego de esto, salió un McDonalds y emprendimos nuestro camino hacia la torre Eiffel, descendimos en Trocadero vía el metro llegamos a los campos de Marte, cuando salís decís... ¿Y la torre? Donde está? Pero en un momento la vez, al cruzar la calle (está tapada por un edificio). En ese momento, no voy a hablar por mi sino por Matías... El tipo dijo la puta que lo parió que grande que es! Está impresionante! Habría que sumarle un par de puteadas más, pero... ya me van a denunciar el blog por hablar demasiado mal si las pongo.

Cuando estás debajo de la torre, podés observar cuatro pilares por los que se asciende, y dependiendo de la cantidad de gente cuantos están abiertos. Por lo general, el tiempo de espera es de una hora... Saqué un par de fotos de lo que era la cola.

Mientras esperás, te podés dar cuenta la cantidad de turistas de diversos lados que hay, atrás teníamos un francés y una colombiana supongo... Delante una familia de rubiecitos más payos que la mierda.

Nuestra decisión fue subir por la escalera y pagar el ascenso más barato, mi razonamiento fue 3,70 por subir en vez de pagar 8 euros y fumarme el olor a chivo de estos hijos de puta!


Tras la espera, pasás por un detector como los de los aviones, entregás tu entrada y empezás a subir... Son muchos pisos hasta el primer nivel, desde el cual podés ver gran parte de la ciudad. Podés continuar el ascenso hasta el segundo nivel y ahí te encontrás con con un ascensor que te lleva al punto más alto, pero acá hay que esperar como 2 horas, así que obviamente no lo esperamos eran cerca de las 6 y estábamos triturados y todavía nos faltaba pasar por el lugar de la yerba (donde terminamos arriba del móvil jaja).

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