Papá y mamá en Nancy

El siguiente día bien temprano por la mañana, tipo 11, salimos a visitar Nancy. Los dos quedaron contentos con la plaza Stanislas y al fin, vi que a mi papá algo realmente le gustaba. Quizás porque no se sentía agredido por el tamaño de las ciudades, tal vez porque está muy buena, tal vez porque... no tengo idea...

Con papá y mamá en la Plaza Stanislas

Seguimos el recorrido por la puerta (un pseudo Arco del Triunfo) que lleva hacia la Place Carriere, donde al fondo está ubicada una escuela militar y en la cual se realizaban los ejercicios/practicas de la escuela. De ahí entramos a la vieja Ciudad, dimos una paseo por la puerta de la Craffe.


Tuvimos una parada técnica para tomar un café, y descansar un poco. Ahí se nos sumó Bernardo, que la verdad que se re portó y les sacó bastante charla a mis papás. Creo que tanto tiempo ya estando conmigo, pasar a alguien externo quien le pudiesen contar sus pensamientos, charlar de política, tener una opinión diferente fue sumamente valorado. Y obviamente, me sirvió a mi para relajarme un poco!

Hicimos luego, una pasada por el Parque de la Pepiniere donde además de muchas especies diferentes de árboles (que yo no podría enumerar a uno solo), hay también un zoológico; bueno, un pequeño zoológico, con unas cabras, burros, un pavo real dando vueltas, unos chimpancés.

A la tardecita/siesta se nos sumó Juan, y también se re portó... Se pusieron a charlar con los viejos (perdón pero ya estoy harto de escribir papás, mamás y no quería poner rompe bolas), y propusieron hacer un asadito en un laguito que hay ahí cerca.

Con Mamá, Juan Pablo, Bernardo, el pa, Nadège y yo

Fuimos y organizamos un asado, que salió bastante bueno. El pa y la ma, tuvieron la oportunidad de conocer a varias personas importantes para mi.

Al día siguiente, Nadège hizo su mejor esfuerzo por comunicarse y sacó a lucir todo su español... Intentó hablar con mi mamá, pero creo que llegó a parecer tierna nomás :P. Porque sabe muy poquito como para poder hacer una charla, encima la ma le hablaba como si fuese nativa española la pobre jaja.

A la nochecita tuvimos una cena en la que estuvieron las chicas nuevamente, pero esta vez se sumó François, mi compañero de oficina uruguayo. También, tuvieron un poco de charla con el pa y la ma de política y además creo que también quedaron contentos con él, un muy buen tipo.

Los días siguientes, ya fue más tranquila la cosa. Nadège fue para su casa y Charlotte vino y nos hizo d comer la noche antes de partir hacia nuestra siguiente aventura...